informe central Disciplina fiscal para un desarrollo de bajo riesgo | Finanzas Públicas JULIO CÉSAR AIZPRÚA jaizprua@prensa.com | Economía. En 2009, Panamá alcanzó un crecimiento económico de 2.4%, uno de los más altos de la región. LA PRENSA/ David Mesa | El entusiasmo es colectivo, y al parecer durará por mucho tiempo. Propios y extraños se deshacen en elogios al destacar el reciente grado de inversión dado a Panamá por la calificadora de riesgo Fitch Ratings, que elevó la nota del país de “BB+” a “BBB-” con perspectiva positiva.
Un país de apenas tres millones de habitantes y que ha tenido en los últimos años uno de los crecimientos económicos más altos de la región latinoamericana, ahora podrá acceder a créditos a intereses más bajos.
En 2008, Panamá experimentó un crecimiento de 10.7%, y el año pasado de 2.4%, pese a tener como fondo una crisis económica y financiera que cubrió con un manto de desesperanza al mundo entero.
La nación supo capear el temporal gracias a una política de reformas impositivas y fiscales, que contuvieron los embates de la crisis.
Los principales índices de crédito de Panamá han presentado una tendencia positiva desde mediados de la década pasada y han resistido bien a la peor recesión global desde la Segunda Guerra Mundial, dice la directora sénior del equipo de Soberanos de Fitch, Theresa Paiz Fredel.
“Las recientes reformas impositivas y fiscales indican un continuo compromiso por mantener la disciplina fiscal y mejorar la flexibilidad y calidad de las finanzas públicas”.
Fitch estima que el incremento de los ingresos de Panamá aumentarán en 1.6% del PIB, lo que representaría unos 2 mil 300 millones en 5 años adicionales.
Pero el jolgorio que produce un grado de inversión también presenta retos que se traducen en mantener una buena salud financiera, estabilidad política y mejoras en la competitividad, afirma Jaime Lammie Blake, asesor económico de la firma BDO Panamá.
Entramos, agrega, a un nivel de competidores regionales que han demostrado tener un gran desarrollo, como Chile, Brasil, México y Perú.
Desde febrero, la calificadora de riesgo Moody’s también está revisando la economía panameña y se espera que a más tardar en mayo le otorgue al país la calificación de riesgo.
En tanto, la calificadora de riesgo Standard & Poor’s hace lo propio.
Bajo riesgo
Panamá ha probado ser un país de bajo riesgo, haciéndole siempre frente a sus compromisos de deuda.
Desde 2005, ha estado aumentando su calidad crediticia consistentemente año tras año, para este 2010 lograr el grado de inversión.
2009, dice el economista Jaime Lammie Blake, fue un año decisivo para el país, toda vez que sucedieron dos eventos que definieron la estabilidad financiera del país.
El primero, Panamá logró salir airoso de la crisis financiera global con un crecimiento económico positivo, y además de un bajo déficit fiscal.
Lo segundo, la ley de responsabilidad fiscal eleva a nivel de Estado el compromiso de mantener una buena salud financiera.
Este último punto se ve manifestado en el Plan estratégico 2009-2014 donde el Gobierno plantea su compromiso de cuidar las finanzas públicas y cuando sea necesario mejorar estas condiciones, como ha demostrado con la reforma fiscal.
Para el logro de estos resultados, asegura el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), ha sido determinante la política fiscal para contrarrestar la ralentización de la economía, atribuible a la contracción del crédito bancario (15 mil 85 millones de dólares en nuevos financiamientos en 2009 respecto a 17 mil 832 millones de dólares en 2008, para financiar un mayor producto interno bruto).
Al 31 de diciembre de 2009, el balance indica que el déficit fiscal del sector público no financiero fue de 253.3 millones de dólares, cifra que refleja el 1.0% del producto interno bruto corriente.
Las estimaciones del MEF señalan que el resultado, aunque contrasta con el superávit por 97.8 millones de dólares del año anterior, fue notablemente menor a lo permitido en la Ley 32 de 26 de junio de 2009.
Respecto a los ingresos totales, estos alcanzaron 6 mil 124.5 millones de dólares, monto superior en 104.1 millones, o 1.7%, a lo recaudado en igual período en 2008.
Al respecto, el Ministerio de Economía y Finanzas indica que el aumento de los ingresos corrientes (287.0 millones de dólares) superó la baja del correspondiente a los de capital (181.7 millones de dólares) con el propósito de mantener bajo control el saldo de la deuda pública.
La inflación se moderó en 2009, con una tasa de 2.4%.
“Las condiciones económicas y de las finanzas públicas para otorgar el grado de inversión a Panamá estaban dadas desde el año 2009”, aduce el analista económico Aristides Hernández.
No obstante, dice, las calificadoras estaban esperando cuál sería el impacto de la crisis financiera global en la economía panameña y cómo sería el papel del nuevo gobierno en el manejo de las finanzas públicas, antes de otorgar el grado de calificación.
“Como resultado de que la economía de Panamá logró un crecimiento a pesar de la crisis global y que las finanzas públicas se continúan manejando de forma prudente, Panamá merecía el grado de inversión”.
Roberto Sifón Arévalo, analista de Standard & Poor’s, manifiesta que Surinam y Panamá son los países que están próximos a obtener un grado de inversión otorgado por esta calificadora.
Sifón Arévalo comenta que de Panamá tienen una perspectiva positiva desde noviembre pasado, debido a las reformas que emprendió el Gobierno, tendientes a mejorar las finanzas públicas.
“Lo que estamos mirando ahora es el próximo paso de la clasificación, pero a mediano plazo vemos la continuación de la diversidad económica”.
No hay ninguna razón para que este país, agrega, no pueda ser el mercado regional de capitales, pues el Gobierno tendrá la facilidad de acceder a financiamientos que siempre serán positivos.
Afirma que la ampliación del Canal de Panamá, a un costo de 5 mil 200 millones de dólares, no debe ser solo el ancla que mueva la economía panameña, e insta a que los esfuerzos se coloquen en la creación de empresas pequeñas y medianas. Esas empresas necesitarán de financiamiento, el cual debería venir de un mercado de capitales.
Las pequeñas y medianas empresas son las que realmente dan empleo y son el motor de la economía, “y por eso es muy importante apoyarlas”.
Para el economista Hernández es importante que el Gobierno priorice en la inversión social y en la inversión en infraestructuras.
Para ejecutar las inversiones, añade, se requieren dos cosas: la primera, ponerlas en el presupuesto público y, la segunda, hacer todo lo necesario para que las mismas se ejecuten.
Los analistas consultados coinciden en que al país se le abre un abanico de oportunidades que debe estar cimentado en una política de Estado que trascienda los gobiernos, toda vez que lo que está en juego es el futuro de todos los panameños.
“Ahora más que nunca la disciplina fiscal es primordial”, aseguran los economistas. La calificación de Fitch Rating El 24 de marzo de 2010, Fitch Ratings aumentó las calificaciones de largo plazo en moneda extranjera y en moneda local de la República de Panamá hasta ‘BBB-’ desde ‘BB+’. Las perspectivas de ambas calificaciones se mantienen positivas. Fitch también aumentó la calificación de corto plazo en moneda extranjera hasta ‘F3’ desde ‘B’ y el techo país hasta ‘A-’ desde ‘BBB+’. Los aumentos en las calificaciones reflejan el mejoramiento sostenible en las finanzas públicas, soportadas por las recientes reformas tributarias, así como la resistencia de la economía a la crisis financiera mundial y a la recesión asociada con ésta. Pese a que el crecimiento se desaceleró hasta 2.4% en 2009 desde 10.7% en 2008, Panamá presentó uno de los crecimientos más altos de Latinoamérica y entre sus pares calificados en la categoría ‘BBB’. Asimismo, el deterioro fiscal fue moderado, especialmente al medirse por estándares internacionales, mientras que la relación de deuda gubernamental/ PIB se estabilizó en un nivel cercano a 45%. La perspectiva positiva refleja la expectativa de que la relación de deuda gubernamental/ PIB disminuirá aún más en la medida que el crecimiento se acelere y la disciplina fiscal se mantenga, pese a un programa ambicioso de inversión pública. Un crecimiento sostenido de la inversión, apoyado en el ahorro local, así como por flujos de inversión extranjera directa, han soportado el fuerte crecimiento de los últimos años. |
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